Terapia afirmativa LGBTIQ+


El descubrimiento de la sexualidad es un proceso natural e inevitable del desarrollo humano. La orientación sexual y la identidad de género son características que se van adquiriendo a lo largo de la socialización, procesos dinámicos mediados por el contexto sociohistórico en el que el individuo se desenvuelve y aprende a ser y a identificarse con lo que es.

Dado que, pese a los continuos y nada despreciables avances en igualdad y diversidad que hemos alcanzado, la realidad de nuestro tiempo histórico-político sigue siendo marcadamente patriarcal, capacitista, misógina, lgbtfóbica, etc., resulta fácil que la persona cuya orientación sexual y/o identidad de género diside de aquella esperada por la norma social encuentre multitud de escollos y violencias sistémicas a lo largo de su vida y de los muy diversos contextos en los que pervive.

Estas violencias, por su carácter sistémico, atraviesan todos los espacios de socialización y operan sobre facetas profundamente relevantes de la vida, pudiendo llevar a la persona a desarrollar intensos malestares tales como vergüenza, miedos o ansiedades, dismorfia o disforia, problemas de conducta alimentaria, estados depresivos, rechazo de la propia identidad, ideación suicida…

La terapia afirmativa LGBTIQA+, en cuanto que procedimiento terapéutico, parte necesariamente de esta asunción y busca conseguir aliviar el sufrimiento que la persona siente, no por su orientación sexual y/o su identidad de género disidente, sino precisamente por estas violencias a las que la sociedad aboca, dotándola de las herramientas psicológicas necesarias para reconciliarse con quien es.